Toda cultura carga con representaciones ideológicas sobre la edad determinadas por las políticas, la educación y el tratamiento institucional – y también mediático – circulantes, sobre la vejez y las personas adultas mayores.

Las formas en las que se representan y significa a la vejez son variados y distintos a lo largo de la historia. Algunos son más comunes como la presencia de mayor fragilidad física o de la cercanía con la muerte, aun cuando ninguna de estas referencias produzca significados universales.

Lo que sí es un dato presente, es que debido a diversos avances en relación a la calidad de vida, la tasa de envejecimiento ha ido creciendo a nivel mundial. América Latina no escapa a esa tendencia, y países como Uruguay y Argentina registran una población adulta mayor que va en aumento.

En ese sentido, y luego de tres años de trabajo, el 15 de junio de 2015 la OEA aprobó la Convención sobre la Protección de los Derechos Humanos de las personas mayores, convirtiéndose así en un precedente a nivel mundial. Presentada inicialmente por Argentina, la Convención recibió el apoyo de Brasil, El Salvador, Paraguay y los países del Caribe, entre otros, y ya ingresó en el sistema interamericano de derechos humanos.

El cuidado y la atención de la salud y el acceso a la jubilación suelen ser temas prioritarios en las agendas de derechos humanos de la región, y en algunos países, esos derechos están contemplados en el marco legal. Ahora bien, generalmente la sexualidad y sus diversas formas de expresión y vivencia personal parecieran estar relegados de la agenda de la política pública. Lo que confirma de algun modo, que aún en el mejor de los casos  y con un corpus legislativo que aborda los derechos sexuales, todavía la sexualidad se piensa desde un marco heteronormativo y ligada a la reproducción.

Caso contrario, cabe preguntarse ¿Cómo viven la sexualidad lxs adultxs mayores? ¿Cómo se visibiliza la vejez LGBTI? ¿Cómo vivencian la agenda de la diversidad quienes vivieron los contextos del silencio obligado y la discriminación por orientación sexual institucionalizada y legal? Se vuelve necesario desplegar estrategias que permitan visibilizar y poner en agenda los derechos de los y las adultos/as mayores como sujetos sexuadxs con historias propias y compartir sus experiencias para transformar el sentido común y las prácticas institucionales.

Sobre estos temas trabajamos junto a la Dirección Nacional de Políticas para Adultos Mayores durante 2015 y 2016 a lo largo de encuentros realizados en cuatro localidades de la provincia de Buenos Aires.