El estado de Guatemala presentó hace poco menos de un año una Opinión Consultiva ante la Corte IDH a fines de que ésta se expida acerca de la conceptualización de la democracia. Se trata de un tema relevante en el análisis político coyuntural, sobre todo a la luz de regímenes de gobierno democráticos en la instrumentalidad electoral pero profundamente opositores al cumplimiento del ejercicio de la democracia como derecho humano.  

El 18 de noviembre Akãhatã y la Asociación Ciudadana ACCEDER, de Honduras, presentamos observaciones a la solicitud de OC formulada por Guatemala, junto a otras organizaciones firmantes. Ambas organizaciones formamos parte de la Coalición de Organizaciones LGBTTTI y de Trabajadoras Sexuales ante la OEA, espacio desde el cual articulamos estrategias regionales para la protección y promoción de los derechos humanos. 

Entendemos que la esencia de la solicitud formulada por Guatemala consiste en definir la manera en la que se conceptualiza la democracia: si se trata de un derecho humano por sí mismo, o si más bien, consiste en un mecanismo de elección y organización política en donde una de sus funciones es garantizar el cumplimiento y satisfacción de los derechos humanos. 

Consideramos que la Corte IDH debe valorar a la democracia como un mecanismo de participación política y organización estatal que debe tener dentro de sus objetivos principales la satisfacción de los derechos humanos para todas las personas sin discriminación de ningún tipo, la posibilidad y materialización de vidas dignas. Es por ello que hacemos un llamado a que la democracia no solo se mida a partir de criterios formales como la existencia de elecciones periódicas, sino que se tomen en cuenta factores sistémicos y materiales en donde se valore la igualdad, inclusión y la protección a los grupos históricamente discriminados.