MARCHA ANTIFASCISTA ANTIRACISTA
El 1 de febrero varias ciudades de Argentina convocaron a la Marcha Antifascista y Antiracista en repudio a la declaración de Javier Milei en Davos y en apoyo a las personas LGBTIQ+ del país. La mecha que encendió la convocatoria trascendió a la comunidad LGBTIQ+ y el calor abrazador en la ciudad de Buenos Aires no pudo impedir que la movilización fuera masiva, transversal e intergeneracional. Distintas organizaciones sociales, gremios, universidades, dirigentes políticos, grupos, personas solas, familias y pibxs de todas las edades. La repercusión alcanzó otras ciudades Sudamérica, como Santiago, en Chile; Montevideo y Colonia del Sacramento, en Uruguay, y Florianópolis, Río de Janeiro y San Pablo, en Brasil; de Norteamérica, como la Ciudad de México y Nueva York, y de Europa, como Lisboa, Madrid, Barcelona, Roma, Ámsterdam, París, Londres y Berlín.
Luego de más de un año de desguace sostenido de las políticas para prevenir embarazos en la adolescencia; contra la violencia de género; de recortar drásticamente la entrega de tratamientos antirretrovirales para el vih; de medicamentos a jubilados y de suspender la compra y distribución de insumos para la anticoncepción y el aborto, hacía falta salir de una inercia paralizante y visibilizar el repudio a los feroces ataques en redes sociales contra la diversidad sexual y los feminismos y sobre todo y particularmente la deslegitimación de cuestiones discutidas y legisladas.
El plan antigénero que viene instalando el presidente Milei cumple paso a paso el llamado Proyecto 2025 un Manual de Estrategia elaborado el think tank ultraconservador Heritage Foundation y la colaboración de más de un centenar de grupos de la extrema derecha religiosa y decenas de funcionarios de la primera administración trumpista como Paul Dans,Spencer Chretien y Russell Vought. Cabe destacar que la Heritage Foundation no es un espacio emergente de nuevas derechas. Desde la década del 80 ha producido documentos políticos similares como parte de su serie Mandato para el Liderazgo y en los últimos años ha sido uno de los centros de estudios más influyentes para lograr la segunda presidencia de Trump.
El documento del Proyecto 2025 esboza cuatro objetivos principales: restaurar la familia como pieza central de la vida estadounidense; desmantelar el Estado administrativo; defender la soberanía y las fronteras de la nación; y garantizar los derechos individuales otorgados por Dios para vivir libremente.
La Argentina tiene una experiencia de movilización en la calles, resistencia y de construcción colectiva. No sabemos cuánto más será necesario. Las madres y abuelas de Plaza de Mayo; los movimientos feministas, LGBTIQ+, las redes de defendorxs de derechos humanos; la marea verde nos enseñaron la importancia de la persistencia para reclamar y pelear por el derecho a la libertad de expresión en sentido amplio y a la protesta ante su incumplimiento como base indiscutible de la vida en democracia.