Panoràmica de la 58°sesiòn del Consejo de Derechos Humanos

Crisis y rebote reaccionario

Las instituciones multilaterales no escapan a la crisis y al ajuste financiero y los anuncios acerca de los recortes a la ayuda tanto para gobiernos como para sociedad civil han ejercido un impacto profundo sobre la ONU. Este organismo viene dando señales de problemas financieros, además de los recortes presupuestarios internos. Si bien se mantiene activo y ha navegado otras situaciones críticas a lo largo de los años, la percepción sobre la eficacia del Consejo de Derechos Humanos pasa su peor momento. Su incapacidad para responder y/o mediar ante situaciones urgentes y de gravedad social y política socava legitimidad. 

La sesión 58° del Consejo de Derechos Humanos de la ONU tuvo lugar del 24 de febrero al 4 de abril de 2025. Naciones Unidas y el desfinanciamiento tiene una carga adicional para las organizaciones de sociedad civil que quieren participar virtualmente y/o acceder a eventos paralelos. Entre otros recortes, la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra exige un pago a las organizaciones de sociedad civil por el uso de las cabinas de interpretación en eventos paralelos y también por emplear cualquier tipo de modalidad híbrida como la plataforma Webex.

¿Pueden estos espacios estar a la altura de la coyuntura geopolítica  del debate sobre derechos humanos? ¿Pueden tener un impacto significativo y relevante en las personas? Estas preguntas siguen siendo un tema de debate. 

Una de las cuestiones que visibiliza la incidencia reaccionaria es el rebote de la crisis de credibilidad que atraviesa a las plataformas políticas, diversidad de funcionarios y en general a narrativa de derechos humanos. 

Esta sesión se inicia con el 30° aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing en uno de los escenarios globales más convulsionados y complejos en materia de percepción, defensa y rutas para el activismo en derechos humanos. Las organizaciones feministas recordamos la responsabilidad que significa el activismo, tenemos ese deber y poder. La adopción de la Plataforma de Beijing, la de Montevideo y de otras conferencias decisivas para la arena de los derechos sexuales y reproductivos se entraman en un trabajo colectivo, sostenido, laborioso, complejo y sólido. También lo es todo el movimiento que se opone y permanentemente busca retroceder en logros y políticas alcanzadas. 

El presente es vertiginoso y nos interpela a abandonar “la solidaridad de segmento” limitada a nuestros compartimentos estancos, para actuar de formas más profundas e intrínsecamente políticas. Creemos que a diferencia de los estados que están cerrando sus fronteras y reforzando aún más sus políticas racistas, misóginas y xenofóbicas, a la sociedad civil le corresponde comprometerse con los principios de solidaridad, humanidad, derechos, inclusión y no discriminación.

*Fuente Newsletter SRI   

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